Se conoce como cine de autor aquel que es plenamente fiel a la voluntad del director antes que a los intereses externos. Numerosos trabajos de Jean-Luc Godard, Pier Paolo Pasolini y Lars von Trier son significativos ejemplos de este concepto. Como se sabe, cada uno trazó su respectivo discurso cinematográfico y lo materializó en filmes tan irreverentes como geniales.

Pero para entender con más facilidad qué es el cine de autor, nos conviene remitirnos a 1948. En aquel año, la revista L’Écran Français publicó un manifiesto del director francés Alexandre Astruc. Allí, Astruc introdujo el término caméra-stylo para exponer una vanguardista manera de hacer cine

Cine de autor: escritor y director a la vez

Astruc, crítico de las películas triviales y excesivamente comerciales, planteó la posibilidad de convertir al cine en un verdadero medio de expresión. Para que un cineasta no gestara obras que fueran “atracciones de feria”, propuso que cada director hiciera sus propias películas-ensayos.

¿Qué significaba esto? Que el cineasta renunciara a los convencionalismos, clichés y fórmulas preestablecidas de la tradición cinematográfica para fabricar imágenes auténticas. Imágenes que debían sustentar las ideas más puras del director, incluso si estas no eran entendidas por el público

Para ello, Astruc hermanó el cine con la literatura. Si el escritor aprovecha las palabras para exteriorizar su mensaje, ¿por qué el cineasta no puede emplear los recursos cinematográficos para sus propósitos? “Que el propio guionista haga sus filmes”, señaló el artista francés. 

Si para escribir basta un bolígrafo (stylo), para hacer cine es suficiente con una cámara (caméra). Si el escritor plasma sus convicciones en un ensayo, el cineasta puede hacer lo mismo en sus películas. Para Alexandre Astruc, escritor y cineasta deberían ser uno. 

Nacía así el cine de autor, un concepto vanguardista que encontró lugar en las efímeras corrientes de la Nouvelle vague y el Dogma 95.

Actualmente, la caméra-stylo se va perdiendo en las reflexiones teóricas más racionalistas. Aquellas que ven imposible que un cineasta pueda materializar fielmente en sus películas todo lo que se le plazca.

Escrito por Víctor López Gonzales

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